Según la teoría del Big Bang, la materia y energía del universo estaban en sus inicios literalmente comprimidas en una gigantesca masa, denominada “Huevo Cósmico” por algunos astrónomos, la cual era totalmente inestable. En un determinado momento, que hasta ahora no se ha podido establecer con precisión, esta masa estallo en una formidable explosión, de ahí su denominación en inglés (Big=Grande, Bang=Explosión).

Posteriormente, sus fragmentos dieron origen a las galaxias, los conjuntos de estrellas y los planetas, entre otros cuerpos que hoy vemos en el espacio. Se sabe asimismo que, desde el momento de su formación, el universo ha venido expandiéndose progresivamente.